1. Un amigo acaba llega a cenar, pero una hora más tarde de lo que había dicho. No ha llamado para avisar que se retrasaría. Estás irritado por la tardanza.
Respuesta Inhibida: Te estábamos esperando, no pasa nada.
Respuesta Agresiva: ¡¡Qué horas son estas...que sea la última vez!!
Respuesta Asertiva: Pasa, espero que no te haya pasado nada grave... ¿por qué te has retrasado?
2. Un compañero de trabajo te da constantemente su trabajo para que lo hagas. Decides terminar con esta situación. Puedes crear la situación preguntándole como lleva su trabajo o esperar a que el la cree cuando te pida otra vez a le ayudes haciéndole algo.
Respuesta Inhibida: Voy a intentar ayudarte aunque estoy muy ocupado.
Respuesta Agresiva: Te lo he hecho 1, 2,... veces...pero ya olvídate de mí.
Respuesta Asertiva: ¿por qué no puedes hacerlo tú?, ¿tienes algún problema?. Si necesitas ayuda la tendrás pero si es por pereza no.
3. Vas a un restaurante a cenar. Cuando el camarero trae lo que has pedido, te das cuenta de que la copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Se trata de llevarse bien con el camarero para que nos sirva bien, pero eso no es un buen servicio. ¿Qué haces?
Respuesta Inhibida: Das la vuelta a la copa y la usas por el otro lado.
Respuesta Agresiva: ¡Estás tardando en traer una copa limpia!
Respuesta Asertiva: ¿Me puede cambiar la copa?, he notado que está sucia.
En clase, más o menos, todos coincidimos en el tipo de respuesta aunque la más comentada fue la respuesta agresiva, ya que era la que más gracia nos hacía por el tono.
Las situaciones expuestas son cotidianas, que nos han pasado o nos podrían pasar en algún momento. Yo creo que estando en clase es más difícil imaginar las respuestas que si realmente nos estuviera sucediendo. Tendremos que ir aprendiendo a controlar nuestra forma de comunicarnos según los ambientes que vayamos viviendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario