Tengo un vecino que, queriendo o no, molesta
continuamente con los ruidos que hace en casa (arrastra muebles, golpes, etc) y
los hace a cualquier hora y día. Yo quiero pensar que son sin querer debido a
que no sabe cómo se transmiten los ruidos a mi casa.
El caso es que estuve aguantando varios meses,
pero cada día que llegaba a casa, me sentaba y escuchando ruidos toda la tarde
/ noche.
Finalmente un día nos cruzamos en la calle y se
lo tuve que decir. Aquel día había sido tranquilo en el trabajo así que estaba
relajado y le expuse el problema. Su reacción fue como ¿”qué me estás
diciendo”?, para él esos ruidos no existían y por tanto no entendía a que me
refería.
Dijo que procuraría tener más cuidado pero sólo
duro unos días, pasados estos sigue igual.
Esta situación me crea una gran tensión, ya que
llego a casa y no me gusta tener que escuchar ruidos molestos constantemente.
Ya se lo he comentado en varias ocasiones pero sin solución.
Mi actitud hacia él fue asertiva aunque
interiormente, en las últimas conversaciones, tenía un pensamiento agresivo.
Tenía la sensación que le estaba contando, nuevamente, el problema pero que no
iba a servir de nada.
Posible Solución
De las técnicas vistas, sinceramente, no se cual
es la que mejor se adapta, ya que lo único que se me ocurre es grabarle y darle
una copia del cd para que sea consciente de por qué me quejo.
He intentado en varias ocasiones explicarse
las cosas pero el resultado dura poco tiempo.Análisis
Esta situación se da a menudo en las empresas. En mi caso me pasa casi todas las semanas, ya que con un compañero en concreto es casi imposible trabajar debido a que su palabra más usada es no. Todo es difícil, todo parece imposible y siempre son quejas. Da igual el trabajo que le mande hacer porque todo es un mundo para él.
La situación es tensa, ya que cuando los demás
estamos agobiados de trabajo vemos como otra persona vive bien y sólo por el hecho
de decir no y no querer implicarse.
Mi postura es dialogar y facilitar los datos
necesarios para que el trabajo se pueda desarrollar. Pero está claro que si el
receptor no quiere ya puedes hacer lo que quieras que sin voluntad no se logra
nada.
El caso es que transmito el problema a la
dirección y encima se mosquea conmigo.
Lo que no me gusta, y por mi personalidad no
lo soporto, es ver como unos están corriendo de un lado a otro, implicados en
que los trabajos salgan adelante, y otros estén sentados esperando a que llegue
la nómina a final de mes.Posible Solución
Aquí la solución podría venir por crear empatía y en paralelo una escucha activa.
Aunque he intentado utilizar muchos métodos pero sin éxito. Al final me cabreo y tengo que hacer yo su trabajo.
Situación conflictiva 3: Cuanto los jefes no te escuchan
Análisis
Esta situación puede conmigo, ya que estás exponiendo problemas que surgen en el trabajo y los jefes pasan totalmente. Da igual lo que les cuentes, ya que tienen su idea, en la cabeza, y de ahí no les sacas.
Puedes intentarlo de cien maneras, con una
comunicación asertiva, pero después de varios intentos y varias reuniones te
dejas llevar por la pasividad y terminas diciendo que si a todo porque no ves
otra solución.
Hay reuniones en las cuales, tras expresar mi
opinión sobre algo, me obligaban a pensar igual que ellos y se enfadaban por no
pensar igual. Y yo defendía, una y otra vez, que yo tengo mi forma de pensar y
eso no lo puede cambiar nadie.
Si en ocasiones me equivoco, en la toma de
decisiones, pues lo asumo e intento mejorar para que no vuelva a pasar.
Es una situación difícil, ya que, como decía
antes, te ves obligado a ser pasivo y decir que sí para no seguir perdiendo el
tiempo y sobre todo la saludPosible Solución
Respecto a las personas que me refiero, sinceramente pienso, que ninguna de las técnicas serviría de nada, ya que su mentalidad es de niveles de categoría y todo aquel que esté por debajo tiende a ser un “esclavo”.
La actividad es fácil y difícil a la vez. Me ha servido para expresar lo
que siento casi todos los días cuando me levanto a trabajar.
También tenemos días buenos pero no predominan. El caso es aguantar, ya que
el trabajo no sobra.
También espero que a mis compañeros se les ocurra que técnicas aplicar, ya
que a mí no me resulta sencillo.
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